por La saga action rpg de Diablo es sin duda famosa desde su primera entrega, siendo la segunda entrega la que afianzó el título para décadas, todas ellas nos han aportado una historia interesante pero el modelo cambió de la primera a la segunda entrega, ya que cuando salió el primer Diablo el concepto de ARPG no existía, aunque han sabido conservar la esencia bastante bien, un poco menos en la tercera entrega ya que lo diseñaron para PC y consolas y eso afectó un poco a las sensaciones que causaban las 2 primeras entregas.
No obstante en Diablo IV parecen querer recuperar ese ambiente terrorífico de su original que también perduraba ligeramente adulterado en la segunda entrega y que se perdió en la tercera, algo que los que tenemos la suerte de haber jugado las tres primeras vamos a agradecer con total seguridad cuando por fin vea la luz, seguramente hacia finales del 2020.
Diablo I se lanzó el último día del año 1996, una fecha algo curiosa, 11 meses después sucedió algo que para mi resulta aún mas curioso, Sierra entertaiment le compró los derechos a Blizzard para hacer una expansión de Diablo I que se llamó Hellfire, Sierra es una compañía con juegos magníficos en su historial, el mas famoso que desarrolló seguramente fuera Half-life, pero fue distribuidora de muchos otros grandes títulos.
Por aquel entonces el juego online no había cuajado del todo pero estaba en ello, Diablo I carecía de esta opción pero tenía la capacidad de conectar hasta 4 jugadores en una red LAN, algo muy épico si jugabas en una ciberteca, pero no nos pongamos sentimentales...
Diablo II salió al mercado a finales de junio del 2000, como se ve en la imagen conservaba gran parte del atractivo de la primera entrega y había pulido aspectos de imagen y sobre todo, tenía juego online, hasta 8 jugadores podían jugar juntos y los monstruos se volvían mas fuertes por cada jugador en la partida, haciendo que la dificultad pudiera ser desafiante, además incorporó un sistema de temporadas donde se podía competir por salir en los rankings, esto llevo la saga al estrellato y desde entonces la saga marcó una era.
En junio del 2001 salió al mercado la expansión Lords of destruction, se añade contenido, nuevas clases, nuevos hechizos... y se vuelve comercial.
Diablo III sale al mercado en mayo del 2012 y aunque inicialmente se lanzó para PC, tenían en mente añadir otras plataformas, esto hizo que el juego perdiera dificultad, pero no el tipo de dificultad que te impide llegar al máximo, de esa había de sobra... pero no existía un desafío hacia el jugador, la dificultad se superaba con equipo, desde mi punto de vista era un juego mucho mas comercial y menos gratificante que las dos primeras entregas, aún así era muy bueno y a día de hoy sigue estando entre los mejores ARPG que se pueden jugar, conservaba gran parte de la esencia de juego del Diablo II y poco de Diablo I, aunque redujo el máximo de jugadores por partida a 4.
En marzo del 2014, dos años después, salió a la luz Reaper of Souls, la primera expansión de diablo III, aumentó el nivel máximo a 70 y añadió una nueva clase, básicamente utilizó la misma dinámica que les funcionó en World of Warcraft, algo que a los jugadores ya les escamaba un poco, hay que mencionar que ya venían un poco calentitos por que Diablo III requiere conexión permanente a internet y había perdido el ambiente tétrico de sus predecesores.
Diablo IV promete recuperar la esencia de la saga al tiempo que mantiene la jugabilidad para consolas y PC, me queda la incertidumbre de si será un desafío para el jugador o un ARPG para farmers... sin embargo como buen fan de esta saga lo probaré igualmente.
No obstante en Diablo IV parecen querer recuperar ese ambiente terrorífico de su original que también perduraba ligeramente adulterado en la segunda entrega y que se perdió en la tercera, algo que los que tenemos la suerte de haber jugado las tres primeras vamos a agradecer con total seguridad cuando por fin vea la luz, seguramente hacia finales del 2020.
Diablo I se lanzó el último día del año 1996, una fecha algo curiosa, 11 meses después sucedió algo que para mi resulta aún mas curioso, Sierra entertaiment le compró los derechos a Blizzard para hacer una expansión de Diablo I que se llamó Hellfire, Sierra es una compañía con juegos magníficos en su historial, el mas famoso que desarrolló seguramente fuera Half-life, pero fue distribuidora de muchos otros grandes títulos.
Por aquel entonces el juego online no había cuajado del todo pero estaba en ello, Diablo I carecía de esta opción pero tenía la capacidad de conectar hasta 4 jugadores en una red LAN, algo muy épico si jugabas en una ciberteca, pero no nos pongamos sentimentales...
Diablo II salió al mercado a finales de junio del 2000, como se ve en la imagen conservaba gran parte del atractivo de la primera entrega y había pulido aspectos de imagen y sobre todo, tenía juego online, hasta 8 jugadores podían jugar juntos y los monstruos se volvían mas fuertes por cada jugador en la partida, haciendo que la dificultad pudiera ser desafiante, además incorporó un sistema de temporadas donde se podía competir por salir en los rankings, esto llevo la saga al estrellato y desde entonces la saga marcó una era.
En junio del 2001 salió al mercado la expansión Lords of destruction, se añade contenido, nuevas clases, nuevos hechizos... y se vuelve comercial.
Diablo III sale al mercado en mayo del 2012 y aunque inicialmente se lanzó para PC, tenían en mente añadir otras plataformas, esto hizo que el juego perdiera dificultad, pero no el tipo de dificultad que te impide llegar al máximo, de esa había de sobra... pero no existía un desafío hacia el jugador, la dificultad se superaba con equipo, desde mi punto de vista era un juego mucho mas comercial y menos gratificante que las dos primeras entregas, aún así era muy bueno y a día de hoy sigue estando entre los mejores ARPG que se pueden jugar, conservaba gran parte de la esencia de juego del Diablo II y poco de Diablo I, aunque redujo el máximo de jugadores por partida a 4.
En marzo del 2014, dos años después, salió a la luz Reaper of Souls, la primera expansión de diablo III, aumentó el nivel máximo a 70 y añadió una nueva clase, básicamente utilizó la misma dinámica que les funcionó en World of Warcraft, algo que a los jugadores ya les escamaba un poco, hay que mencionar que ya venían un poco calentitos por que Diablo III requiere conexión permanente a internet y había perdido el ambiente tétrico de sus predecesores.
Diablo IV promete recuperar la esencia de la saga al tiempo que mantiene la jugabilidad para consolas y PC, me queda la incertidumbre de si será un desafío para el jugador o un ARPG para farmers... sin embargo como buen fan de esta saga lo probaré igualmente.
